La historia de Youssef con Bellas Artes comenzó cuando tenía solo 8 años de edad. Sintió una gran atracción por el dibujo y pasó sus momentos más felices solo respirando vida en animales y paisajes imaginativos.
Su talento dado por Dios, junto con su inmenso amor por los colores y la práctica disciplinada lo hicieron componer pinturas que sedujeron a los visitantes de sus tres exposiciones. Su padre, Ismail Amine, explica que cuando lleva algunas de las pinturas de Youssef a la oficina, sus colegas se ofrecen a comprarlas.
El maestro de Bellas Artes de Youssef, Omar Guennoun, se dio cuenta rápidamente de la "rara proclividad artística" de Youssef y lo siguió nutriendo con técnicas y trucos. Ahora, él ve los primeros logros de Youssef como solo el comienzo de una carrera prometedora.




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